Por: Guillermo Cruz Antonio
Hay muchas obras e instalaciones que no estarán listas y por ende no se entregarán.
El
gran orgullo carioca de ser sede del mundial, alegra a ese gran país
sudamericano, pero pensando en las carencias y en presupuesto familiar, un país
como Brasil con extrema pobreza le va a afectar en su economía, pasada la
efervescencia y la alegría del mundial que inicia el 12 de junio, con una
duración de 30 días, los brasileños vivirán la triste realidad, y si su selección
no logra el campeonato y si sucede otro maracanazo el impacto será muy fuerte.
Los
comentarios no son favorables ya que los propios brasileños ven con asombro que
el presupuesto que tenían destinado se ha incrementado drásticamente.
Según la voz pópuli, hay otras prioridades en obras públicas en las que el
gobierno debe invertir.
Terminando
la algarabía y alegoría del mundialmente conocido torneo, se sabrá la verdad, si valió la pena o
no la decisión de ser organizadores. Por lo tanto, la FIFA no pierde, al contrario es la
que siempre gana.
Se
espera la asistencia a este evento de 600 mil de aficionados. Mexicanos asistirán
aproximadamente 17 mil. Por lo tanto, hoteles, restaurantes, transportes y tiendas elevan sus precios y si usted no hizo con tiempo su reservación no
tiene nada que ir a hacer al mundial.
El
precio que esta pagando este país es muy alto, ya que hay una inmensa mayoría
de pobres que no tienen nada que llevarse a la mesa.
Las
dos preguntas ponen punto final a esta nota. ¿La FIFA pondrá sus manos en el
corazón para dispensarle a Brasil la cuota que cobrará? ¿A dónde se va todo ese
dinero recaudado por la FIFA?
¿Usted
que opina amable lector?
Fe de herratas son 600 mil aficionados.